El parto es esto: la emoción más intensa



Alguna vez leí que ver un parto es una cosa horrible y que probablemente si una no fue madre esa visión del bebé todo ensangrentado saliendo “de ahí” la disuadiría de intentarlo. Probablemente esta aseveración sea exagerada, pero por algo me quedó grabada en la memoria y hay algo que comparto. Recuerdo algún documental que he visto sobre un parto y confieso que ver en plano corto y alta definición cómo el bebé es expulsado nos pone en una situación incómoda: nos mete en una intimidad tan profunda que creo que de allí viene esa especie de repulsión que nos hace “cambiar de canal”.
Pero… ¿es eso un parto? ¿Cuánto de lo que pasa en un parto es lo que se registra en el proceso fisiológico de dilatación-expulsión-alumbramiento? Con mi primera hija, arranqué en un parto natural, sufrí las contracciones y terminé en una cesárea. No la sentí “salir”, pero eso no me hizo menos mamá (vale la pena decirlo una y mil veces: no se es menos madre si no se lleva adelante un parto natural). Y puedo decir que lo que pasa en un parto es otra cosa. La mujer pone el cuerpo, que lo pone y mucho, pero más pone el alma.
El alma sobre esa camilla es lo que registró el fotógrafo argentino Hernán Churba. Viendo sus fotos, no tengo ninguna duda de que ESTO es un parto y no las imágenes de documental del bebé saliendo todo cubierto de sebo y sangre.
La lente de la cámara de Hernán se concentra en el rostro de la madre. No conozco a ninguna mujer que haya pedido que le filmen el rostro en la sala de partos, pero creo que las imágenes que ilustran esta nota podrían aplicarse a cualquiera de nosotras.
Churba trabaja en publicidad y cine y me cuenta que con sus compromisos laborales va alternando “proyectos personales que son mi cable a tierra”. Así, se tuvo la idea de Amor a Primera Vista, un hermoso trabajo que realizó durante noviembre del año pasado en el hospital Sardá, la maternidad pública más importante de la ciudad de Buenos Aires.
Por obvias razones de seguridad (no entrar a un quirófano en una cirugía), todos los partos que fotografió Churba fueron naturales. En la guardia, le propuso a cada mamá participar del proyecto. Se quedó en un costadito, registrando, con la menor intromisión posible.
“Los partos de mis dos hijos fueron lo más emotivo de mi vida”, asegura Hernán. En las fotos de las mamás a las que retrató, buscó justamente capturar esos instantes de emoción, desde la perspectiva de la mujer que está dando a luz. Todas las imágenes pueden verse en la página web del fotógrafo
No sabemos nada de las mamás de las fotos. Vemos que hay mujeres jóvenes, otras con más años. Podemos aventurar una historia detrás de ellas. No conocemos sus nombres, pero tampoco es necesario porque podríamos haber sido nosotras. O la madre, la hija, la mujer, la amiga del ocasional espectador, sin distinción de sexo.
Cada mamá está retratada en tres momentos. Se ve la tensión, la fuerza del pujo, el dolor, el desahogo, las lágrimas, la risa, la felicidad más intensa. Esa es la gran belleza del trabajo de Hernán: que en los gestos de esas mujeres está captada la complejidad y, en ella, la perfección del acto de parir. Esto es un parto: el amor entero de una mamá puesto ahí y la devolución del regalo más increíble, su bebé.

Post en Disney Babble.

Adriana Santagati

Soy periodista desde hace 20 años y mamá desde hace 10. Edito en Clarín Sociedad, soy blogger en Disney Babble y escribo en Ciudad Nueva. En este blog recopilo noticias, consejos, experiencias y reflexiones sobre todo lo que nos atraviesa en nuestra vida cotidiana (y en especial en la maternidad/paternidad).

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