Las 10 cosas de la maternidad que pensás que nunca terminarán


Acaba de nacer mi sobrina Emma y no solo me está haciendo recordar lo hermoso que es tener un bebé en casa, sino todo lo que el bebé trae consigo. Por ejemplo, ese momento en que piensas: Dios mío… ¿esto va a ser así toda la vida?
A no desesperar: hay cosas molestas de la maternidad que pasan antes de lo que imaginas. Y otras muchas que, lamentablemente, también pasan antes de lo que te imaginas.
  1. La lactancia. Ya he contado aquí qué fue lo que más sufrí de la maternidad. Recuerdo exactamente una noche, cuando mi hija no tenía ni una semana, en la que creí enloquecer: ¿mi vida se iba a reducir de ahora en más a un tambo? ¿Qué bruja malvada me había convertido en una vaca? ¿Esto iba a doler siempre así? Si sientes que puedes perder la cordura, pide ayuda para poder disfrutar de ese contacto único e irrepetible con tu hijo. 
  2. Los loquios. Otra cosa sobre la que nadie advierte lo suficiente. La naturaleza es sabia, pero no te regala nada y te hará pagar en el puerperio los nueve meses sin menstruar. Paciencia (y atención porque, hablando de menstruación, por más que estés en lactancia el ciclo se puede regularizar sin darte aviso).
  3. Los cólicos. Mis dos bebés dormían bastante bien de noche, pero esos malditos cólicos los despertaban o directamente no les dejaban conciliar el sueño. Aprendimos todas las técnicas de masajes posibles y no pasaba nada. Si toleraste tu trimestre de los vómitos, también tolerarás su trimestre de los cólicos.
  4. Los dientes. Los cólicos se fueron, nos amigamos con la teta y de pronto el bebé se pone irritable sin razón alguna. Bingo: bienvenida al mundo de los dientes. Empezarás a acumular mordillos de todos los colores, texturas y temperaturas (olvídalo: nada los calma) y quizás tu pediatra te deje ponerles unas gotitas de xilocaína. Tranquila: esto pronto pasará y años después vendrá el universo “aparatos”. Pero eso es tema para otro post.
  5. La mudanza en cada salida. Ahora hay unos bolsos increíbles y súper elegantes en los que se puede meter de todo. Cuando nacieron los míos, era bolso (celeste o rosa), más mi cartera, más el cochecito, más la mochilita de la mayor. El bolso se achicará con el tiempo, pero todavía hoy salir con chicos puede ser una mini mudanza (aunque ahora pueden llevar ellos sus mochilas).
  6. La mamadera. Para las que tuvimos que darles fórmula, es un objeto indispensable. Mi microondas estaba siempre ocupado por el esterilizador y tres biberones de cada tamaño, más las latas de leche, los chupetes y todo eso que, también, algún día se va a ir. Y te aseguro que lo extrañarás: ¿o no es genial cuando no se quieren dormir y lo solucionas con una mema?
  7. Los primeros pasos. Estoy convencida de que el momento crítico de la maternidad es entre el año y los dos y medio. Cuando se largan a caminar, quieren explorar todo y no son conscientes de los peligros. Hay que estar 24 horas con las antenas activadas.
  8. Los pañales. Es el proceso que más celebré terminar. Porque es un triunfo maternal y porque todo se simplifica. Mientras tanto… bueno, otra vez, mucha paciencia.
  9. La ropa que dura dos posturas. “No le compres muchas cosas que los chicos crecen y no le duran nada”, me decía mi mamá. Y yo, primeriza, claro, no le hice caso. Una vez que entran en edad escolar, la indumentaria se amortiza y puede llegar incluso a servirles de una temporada a la otra.
  10. Upa todo el tiempo. Sientes que tu hijo es una extensión tuya, encajada con sus dos piernas como una pinza a tu cintura. Tu columna se va a partir y él no quiere otros brazos que no sean los tuyos… Inspira profundo y abrazalo fuerte porque te juro que a los diez vas a querer hacerle un mimo y te va a mirar como si fueras un marciano. 
Como todo esto, hay muchas otras cosas que pronto serán recuerdos. Las caricias, el suave olor de la piel de bebé, la sorpresa de las primeras sonrisas, las primeras palabras y los primeros pasos, las preguntas insólitas y las respuestas irreverentes y la inocencia de creer que todo es posible. Así que disfruta de lo bello y no sufras tanto con lo molesto, porque los primeros años de nuestros hijos pasan en un suspiro.


Post en Disney Babble Latinoamérica

Adriana Santagati

Soy periodista desde hace 20 años y mamá desde hace 10. Edito en Clarín Sociedad, soy blogger en Disney Babble y escribo en Ciudad Nueva. En este blog recopilo noticias, consejos, experiencias y reflexiones sobre todo lo que nos atraviesa en nuestra vida cotidiana (y en especial en la maternidad/paternidad).

No hay comentarios:

Publicar un comentario